Benidorm es uno de los destinos turísticos más populares de España: conocida por sus playas, gastronomía y vida nocturna, esta ciudad se ha convertido en todo un icono del litoral español.

Algunas personas podrían pensar que eso es todo lo que Benidorm ofrece, pero nada más alejado de la realidad. A continuación os presentamos cuatro actividades alternativas, que sin duda os harán disfrutar Benidorm de una manera única.

Contemplar el Mediterráneo desde el Castillo de Benidorm

Conocido por ser el “Balcón del Mediterráneo” este mirador es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Está situado en una gran roca que separa las dos playas, cerca de la zona turística. Justo en este punto se encontraba la fortaleza que defendía Benidorm del ataque de los piratas, de ahí su nombre.

Observar la skyline de Benidorm

¿Sabías que Benidorm es la segunda ciudad del mundo con más rascacielos por habitante? Pues sí, solo superada por Nueva York. Y es este gran número de rascacielos lo que hace que el horizonte de Benidorm sea uno de los más imponentes de España. Además, esta particularidad lo convierte en una ciudad única, ya que no es habitual que las ciudades que no son centros financieros o económicos dispongan de tantos rascacielos.

Visitar la Isla de Benidorm

Uno de los mejores lugares para observar el skyline es desde el mar. Y no se nos ocurre una mejor manera de hacerlo que aprovechando para visitar la Isla de Benidorm, una pequeña isla despoblada situada a unos 3 kilómetros de la playa. Pertenece al Parque Natural de Sierra Helada, por su flora, fauna y fondos marinos, de los que se puede disfrutar gracias a las excursiones que salen diariamente desde el puerto de Benidorm.

Senderismo por Sierra Helada

Gozar de la naturaleza también es posible en Benidorm. Sierra Helada es un Parque Natural situado bien cerca de la ciudad y a orillas del Mar Mediterráneo. Un lugar donde el mar y la montaña se juntan dando lugar a un entorno ideal para los amantes del senderismo y la naturaleza. Acantilados de más de 300 metros, miradores, el faro del Albir y unas vistas espectaculares te acompañarán a lo largo de la ruta. Ponte ropa cómoda, ¡y a disfrutar!